lunes, 26 de septiembre de 2016

De trabajos, de búsqueda, de selección y otras formas de apartheid laboral.


Es genial incluir a Lauren Hutton, guapísima a sus 72 años, en el anuncio de @hm; sin embargo, me gustaría saber ¿cuántas mujeres de 50 o + tiene esa empresa en nómina? La publicidad no es más que una anécdota y la ex modelo, una excepción que confirma la regla.  imdb.com/name/nm0001381/ Eso sería lo realmente revolucionario, mujeres de más de 50 trabajando codo a codo con los creativos, los marketeros, los diseñadores... Estoy convencida de que son excepciones. Me encantaría equivocarme. 

 Pocos ámbitos más llenos de prejuicios, desigualdades e injusticias que el del trabajo. Me dirán que no, que hay muchos. Legales, aceptados y poco expuestos, no tantos.

En la búsqueda de trabajo, la oferta pone sus reglas. Es normal, en un mercado como éste, abundante en paro. Poca oferta, mucha demanda. Economía básica. He visto en un currículum chino que pone edad, altura y peso,  y no era para modelo. Para ejecutiva de marketing. Aquí no. Pero, se pide todo, dirección, correo, teléfono, estudios, experiencia, full disclosure. Y empresas que por no dar, no dan ni el nombre. Lo primero que sugeriría es no dar nada a una empresa que no da nada. No es serio, no puede serlo. Que no quieren revelar su estrategia a la competencia, pues que busquen vía head hunter.

Si tienes más de 50 y eres mujer, olvídalo. En la primera criba te descartan, con una cruz y en rojo. Prejuicios: escaso manejo de tecnología, menos formación universitaria y lo más elegante: “poco moldeable”. Si eres hombre, quizá. La realidad es que más de 40 difícil. Salvo que el reclutador sea mayor y sepa que gente con ganas de trabajar hay de todas las edades y que los perfiles es mejor analizarlos por otras variables. ¿Qué tal afinidad con la temática de la empresa? ¿Vende mejor una mujer de 20 una crema para más de 50 años?, ¿en serio?

¿Puede una empresa hacer un cedazo serio en 10 minutos? No lo creo. Probablemente, tampoco realizará un trabajo serio. Podríamos decir: "dime cómo seleccionas, te diré qué tipo de empresa eres".

Equipo joven y dinámico, es el leit motiv en el resumen de cómo se venden las empresas. No se verá Gente mayor y sensata. ¿Qué tal mezclar jóvenes y viejos? No se leía mejor El País cuando había plumas con más experiencia y no multitud de becarios coordinados por sólo una línea editorial con pocos librepensadores. 

Me explica una amiga que los perros que suelen llevar los trineos, ya sean husky, samoyedos o siberianos, son una manada con perros de diferentes edades. Los jóvenes van primero, tienen más fuerza e ímpetu. Los más viejos atrás. La experiencia evita que caigan por barrancos y la prudencia les frena posibles errores de novatos.

Algunos tribus escuchaban a los mayores que transmitían la sabiduría a los más jóvenes.

¿Qué está pasando en una sociedad que decide que más de 40 está out? 

Qué tipo de ridículo se hace cuando una empresa deja sus estrategias de marketing en manos de bloggers y community managers que apenas saben escribir. Qué se puede esperar de eso. Concursos que empiezan y no saben cómo terminar. Equipos que duran poco, que no se afiatan, celos internos, mobbing, 

Hay mucho farol, mucho fantasma, mucha ignorancia.

Los que recurren a los viejos conocidos. Son un clásico. Es cuando para reemplazar al gerente de Pepsi, se quieren levantar al de Coca Cola. Se ahorran todo, formación, armar equipos. Y es a todo nivel. Las ONG también funcionan como multinacionales. Para renovar equipos buscan en la “competencia” y caen en sus mismos errores. Marketing a pie de calle. No se molestan en buscar gente nueva.

Me encanta una película que se llama Moneyball. Brad Pitt hace de Billy Beane. Lo que se relata ocurrió. Cómo será de buena que no tengo idea de baseball y me atrapó. Beane es un ex jugador que pudo haber estudiado en Stanford, una de las top ten universidades de Estados Unidos; pero, el sistema de reclutamiento de jugadores lo explotó y luego expulsó como suele hacer en todos los deportes de alta competencia. Como era un hombre inteligente lo contrataron como gerente general del equipo de Oakland. Cuando va al mercado de temporada a comprar jugadores, “rompe las reglas” y se compra a un economista de Yale. No haré spoiler. Sólo diré que no sigue los típicos tópicos de contratación de jugadores, en vez de invertir en una estrella, arma un equipo, con parámetros totalmente distintos a la competencia y gana.

Contratadores, dejaros los prejuicios en casa o paseadlos; no obstante, no dejéis que os nublen el juicio. Hay entrevistadores y contratadores a los que les da miedo trabajar con gente mayor que ellos. Olvidaros. Todos aprendemos de todos. Otra película: The intern (aquí El Becario) con Robert de Niro y Anne Hathaway. Quizá no es un guión brillante; sin embargo, te ríes un rato y muestra varias verdades. Puede ser que no seas un maestro de las apps del Smartphone; pero, vales mucho. Tu experiencia vale. Y su juventud e innovación da empleos y construye. Todo suma.

Entrevistador, no vas a lucirte a la entrevista. Vas a conocer a alguien, a preguntar y ver qué te puede aportar en tu equipo. No a sonsacar, a poner incómodo. ¿Qué clase de entrevista busca molestar? ¿Qué clase de persona eres?. Es dar por ambos lados. La relación tiene que ser win to win, o no servirá. Trabajar debe ser agradable. No puedes tener a alguien que está pensando en irse.

Busca sumar y no restar.

Y cuando seleccionas personal, según cómo lo hagas, estás juzgando. Y al final, como leí en un libro de Wayne Dyer, cuando juzgas no defines al otro, te defines a ti mismo como una persona que juzga.

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